Los cartoneros, como se les llama a las personas que trabajan reciclando lo que otros consideran basura, viven, en su mayoría, en los barrios de la provincia de Buenos Aires. Allí construyen sus casas, entre verdes campos y pobreza. La misma que los hizo huir de sus pueblos y ciudades para acabar en la periferia de esta megalópolis. Los cartoneros deben ir por las calzadas, junto a los coches, motos, camiones y autobuses. Éstos últimos rozan sus carros muy frecuentemente. Por lo que, además de tener que respirar el humo de los tubos de escape, trabajan con el peligro permanente de ser atropellados. Cargar todo lo recolectado durante el día y acomodarlo en los pequeños vagones, es un trabajo muy duro que realizan en grupos. El poco espacio disponible obliga a la mayor parte de los cartoneros, a viajar, durante más de 2 horas, encima de sus propios carros. En la más absoluta oscuridad, y, en ocasiones, a menos de un metro del techo, intentan dormir. Al otro dia deben volver a realizar esta tarea para asi poder subsistir.
Todos iguales
Hace 15 años.
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